viernes, 30 de agosto de 2013

Diario de sueños

Esta noche he tenido un sueño muy extraño, por eso me he acordado del clásico diario de sueños.
Ideal para adolescentes. 

¿Por qué llevar un diario de sueños?

- Porque muchos se olvidan.

- Porque te hace ilusión.

- Porque son emocionantes.

- Para hacer una interpretación de los sueños.

- Otros.



Porque muchos se olvidan.

Si, la mayoría de los sueños al rato de levantarte y más si no piensas en ello desde que te has levantado se esfuman. Una buena técnica para no perder este espacio tuyo es acostumbrarte a dormir con un cuaderno y un boli al lado de la cama. En cuanto recuperes la conciencia que lo primero que hagas sea escribirlo. Aunque sean las 4 de la mañana y más si deseas conservar ese sueño.


Porque te hace ilusión.

Sobre todo a ciertas edades parece que todo lo que sea llevar diarios nos entusiasma.


Porque son emocionantes.

Sueñas con tus primeros amores, aventuras fantásticas o sueños muy currados que ha creado tu subconsciente que es una pena que se vayan por el sumidero. En este caso seleccionas tus favoritos para escribirlos en tu diario.


Para hacer una interpretación de los sueños.

Algunas personas les gusta leer las interpretaciones esotéricas o psicológicas que se entrelazan en los sueños. ¡Ojo! Si anoche viste Indiana Jones y sueñas con Indiana Jones no cuenta "tren, ruinas" como palabras para buscar en el diccionario de sueños. Ese sueño simplemente significa que estás rememorando la película. Cuando se rememora algo del día no tiene más interpretación que esa.


Otros

Este "otros" no lo he puesto por rellenar espacio, a parte de otros motivos que pueda encontrar la gente quería contaros algo personal.
Un control de los sueños puede ser una vivencia muy personal, de pequeña, cuando yo hacía el mío, el estar todas las noches tan entregada al estudio de mis sueños me hizo tener mucha más conciencia dentro de ellos, recordaba muchísimos detalles, mis aventuras crecían y los momentos en los que era capaz de darme cuenta que estaba soñando también eran muy amplios.
Era algo agotador, pero a esa edad tienes suficiente vitalidad para todo eso: Pensaba estoy soñando, me tocaba y con el tacto era capaz de notar que en verdad estaba soñando y trataba de hacer algunas cosas con plena conciencia y aguantar al máximo sin que se me olvidara. El cerebro lucha mucho y te sientes pesada y es muy difícil permanecer consciente durante algo más que unos minutos.

Fue una experiencia muy rica, por lo que tengo que recomendarla, vosotros elegís el motivo de por qué lo hacéis.


Por último quiero compartir con vosotros el sueño que he tenido hoy que ha inspirado este post.


<< Eran las fiestas de un pueblo muy pequeño, pero muy entrañable. Estaba de visita con mis hijos, mi marido y algunos amigos. Pasamos el día disfrutando del pueblo: paseando, viendo puestos, hasta nos regalaron y comimos brócoli que nos regalaron con motivos de las fiestas.

Por la noche, estaba en mi cama con mi hija Claudia, sus dos bebés: Winnie y Peppa, estaban en el suelo. De vez en cuando miraba de reojo y me mosqueaba con las muñecas, como si hubiera visto moverse algo, al final veo que una de ellas se levanta y empieza a hablar, yo me pongo a gritar como una posesa y mi marido desde otra habitación me dice que deje de hacer el gañán, pero no viene.

Cuando miro a la muñeca de nuevo y sigue hablando me voy echando leches, gritando, hacia donde está mi esposo. Trato de explicarles entre temblores lo que ha ocurrido, pero él me mira como si estuviera loca hasta que la famosa muñeca aparece andando por la puerta y Claudia la va siguiendo por detrás.

Cojo a la muñeca, le pego dos meneos y la lanzo lejos. Pero en seguida vuelve y desesperada pensando que puede hacernos algo malo por como la he tratado, trato de abrazarla, mimarla y disculparme.

Le pregunto a mi marido si deberíamos llamar a algún grupo de estos esotéricos, pero dejamos la pregunta en el aire.

Al día siguiente, nos juntamos con un par de amigos con los que estuvimos el día anterior Víctor y Didi. Me acerco a Víctor confidencialmente y le digo que no se va a creer lo que me ha pasado, Víctor me contesta que yo sí que no me iba a creer lo que le había pasado a él, nos miramos de manera cómplice, en plan que entendíamos sin palabras todo lo que se quedaba sin decir.

Didi se acerca y nos dice que ha habido un comunicado, de que el brócoli que nos dieron ayer pertenecía a un chaval que hacía experimentación en agricultura y llevaba un alucinógeno, cuando llegó el ayuntamiento para cosecharlo no se atrevió a decir nada y se lo llevaron.>>






No hay comentarios:

Publicar un comentario